La Terapia Transpersonal integra aspectos tradicionales de la psicología convencional con elementos espirituales y trascendentales aunando psicologías de oriente y occidente. El objetivo es facilitar el crecimiento personal y la autorrealización, no solo abordando problemas psicológicos, sino también promoviendo una conexión más profunda con uno mismo, con los demás y el universo. En lo transpersonal contemplamos el mundo de lo místico y lo sutil, más allá de nuestros limitados 5 sentidos.
Denominada como la 4ª fuerza de la psicología, la psicología Transpersonal surge a través de la psicología humanista y fue impulsada por el psicólogo estadounidense Abraham Maslow en la década de los 60´. El término transpersonal significa «más allá de lo personal»,»más allá de la materia», aquello que nos acerca al conocimiento espiritual. Es decir, el ser humano es más que un cuerpo físico, va más allá del ego, es el equilibrio como resultado de lo transracional definiéndonos como seres que pueden experimentar la esencia de la existencia universal que se conecta con nuestro cuerpo biológico y nuestro cuerpo energético. Esto refleja el objetivo principal de la terapia: explorar el crecimiento humano y ayudar a las personas a descubrir un ser esencial profundo y duradero que existe más allá del ego condicionado.
Las cuestiones consideradas en la psicología transpersonal incluyen: autodesarrollo espiritual, superación del ego, experiencias místicas, crisis espirituales, evolución espiritual, estados elevados de conciencia, prácticas espirituales y otros aspectos sublimes y/o inusualmente expandidos.
Desde este enfoque, la salud mental y emocional no puede ser contemplada separada del bienestar espiritual. Es un proceso de autorrealización que tiene como propósito ayudar a las personas a descubrir lo profundo de su yo esencial y el objetivo de construir y expandir las cualidades de un individuo, su espiritualidad y autodesarrollo, lo que permite utilizar sus recursos internos y sabiduría interior para eliminar los conflictos o problemas y así poder crear un sentido amplio de equilibrio y armonía en sus vidas.
El terapeuta transpersonal toma en cuenta una amplia gama de técnicas que serán aplicadas de manera que el consultante/cliente pueda continuar aplicándolas más allá de la terapia y de forma más natural, es decir, convirtiéndose estas prácticas y recursos en una nueva forma de experimentarse y de vivir. Fundamentalmente, estas técnicas se adaptarán a las necesidades específicas y circunstancias personales de cada uno, el énfasis en el desarrollo individual en la psicología Transpersonal es asegurar el cultivo efectivo de formas intuitivas de conocimiento que complementan el ser psicológico y espiritual único de una persona.
Características principales de la Terapia Transpersonal
Visión holística del ser humano:
Los terapeutas transpersonales consideramos a la persona en todas sus dimensiones: mente, cuerpo, emociones, energía y espíritu.
Desde aquí los problemas emocionales o psicológicos pueden tener raíces espirituales o existenciales y buscamos abordarlos desde esa perspectiva más amplia.
Trascendencia del ego:
En esta terapia hay un enfoque en la trascendencia del ego, es decir, superar las limitaciones impuestas por el sentido individual del yo. Esto implica conectar con una conciencia más amplia y profunda lo que lleva experiencias de unidad espiritualidad y expansión de la conciencia. Más allá del «personaje».
Exploración de estados elevados de conciencia:
La Terapia Transpersonal explora y utiliza estados de conciencia no ordinarios como los alcanzados a través de prácticas meditativas, mediante técnicas de respiración, el trabajo con los sueños, hipnosis, … y en algunos casos, el uso terapéutico de sustancias psicodélicas (bajo supervisión profesional).
Integración de prácticas espirituales y contemplativas:
Se pueden integrar, entre otras, prácticas como la meditación, el yoga, la hipnosis, el mindfulness o la visualización guiada para apoyar el proceso terapéutico. Estas prácticas contribuyen a cultivar una mayor conexión espiritual, relajación, claridad y autoconsciencia.
El idioma del inconsciente: Los símbolos
Los símbolos nos permiten un mayor grado de apertura emocional y nuestro inconsciente lo aprovecha para expresar pensamientos, sentimientos o emociones que con palabras, y de forma consciente e intencionada, no podemos o no sabemos expresar. El símbolo es uno de los caminos de la mente. Nuestra mente no solamente se basa en aspectos lógicos y razonados para actuar, sino que también utiliza lo abstracto y los símbolos para dar sentido a la realidad que experimentamos. Y es precisamente la subjetividad con la que cada uno de nosotros experimenta su realidad lo que confiere al simbolismo su naturaleza personal y colectiva (a nivel familiar o cultural) e inconsciente. El símbolo es el lenguaje de nuestro inconsciente.
Nuestra mente consciente únicamente registra entre el 4 y el 8% de lo que experimentamos como realidad, de manera que, en ese enorme porcentaje restante se deposita el contenido que alimenta el simbolismo inconsciente. Para la mente inconsciente todo es real: lo real, lo simbólico y lo imaginario se entremezclan. Esta confusión viene determinada en gran medida por una de las principales capacidades que nos distinguen de los animales: la imaginación.
No puede separar lo que ocurre de lo que nos imaginamos que ocurre, es por eso que las visualizaciones y los actos simbólicos son sumamente poderosos y transformadores. Todo lo que llega a través de los sentidos o del pensamiento se traduce de manera biológica y provocará un síntoma. El simbolismo de la mente inconsciente puede crear ciertas asociaciones que determinarán en gran medida la manera en que experimentamos nuestra realidad y somatizamos nuestros conflictos. Es por eso que podemos emplear a nuestro favor el enorme poder que alberga nuestro inconsciente y su lenguaje.
Por este motivo, en los procesos tenemos en cuenta los sueños (mensajes de nuestro inconsciente) y, en ocasiones, trabajamos con ayuda de imágenes o cartas proyectivas/asociativas. A veces, el dolor reprimido es tan grande que no sabes cómo expresarlo. Es ahí donde este método puede ayudarte, porque provoca reacciones espontáneas que se saltan el filtro de la mente (mecanismos de protección, ego, resistencias). Una vez hemos tomado conciencia de nuestros conflictos y de cómo procesamos nuestras propias experiencias, disponemos de herramientas eficaces que actúan a nivel del inconsciente.
*Aquí también entraría el trabajo que hacemos en los procesos de sanación con nuestro niño y adolescente interior.
Aplicaciones de la Terapia Transpersonal
Crecimiento espiritual y personal:
La Terapia Transpersonal ayuda a las personas que buscan un sentido de vida más profundo o una conexión con su espiritualidad. Es ideal para quienes desean explorar preguntas existenciales o trascendentales como el propósito de la vida, el significado del sufrimiento y la naturaleza de la conciencia.
Manejo del estrés, ansiedad y depresión:
Aunque la Terapia Transpersonal no se centra únicamente en el alivio de los síntomas, es efectiva para tratar problemas como el estrés la ansiedad y la depresión, ya que aborda estos problemas desde un enfoque holístico reconociendo su dimensión emocional y espiritual.
Sanación de traumas profundos:
La Terapia Transpersonal ayuda a liberar traumas reprimidos o emociones no procesadas permitiendo que las personas experimenten una curación profunda. También trabajamos con la integración de experiencias traumáticas a un nivel espiritual, encontrando un nuevo significado al dolor y sufrimiento. En los procesos de sanación contemplamos lo transgeneracional, nuestros ancestros, así como la integración y equilibrio de nuestra energía femenina y masculina.
Manejo de crisis espirituales o existenciales:
Estas crisis pueden incluir experiencias místicas, cambios profundos en la conciencia o una sensación de desconexión con la realidad. Desde este enfoque ayudamos a navegar estos momentos de transformación ofreciendo un marco en el que comprender y manejar estas experiencias. En los procesos contemplamos los «saltos de conciencia» que suponen una gran crisis vital para quienes los experimentan.
Apoyo en procesos de duelo:
Para quienes atraviesan la pérdida de un ser querido, la Terapia Transpersonal puede ofrecer una perspectiva más amplia del ciclo de vida y muerte. En lugar de solo tratar el duelo como proceso emocional, explora la muerte desde una perspectiva trascendental: lo que está más allá de lo perceptible y de las posibilidades de lo inteligible.
*El proceso de duelo se define como el proceso normal y necesario de adaptación a una pérdida (de cualquier índole): la muerte de un ser querido, cambio de país, de ciudad, una mudanza, un trabajo, una ruptura sentimiental, un cambio de ciclo vital, una enfermedad, … Duelar implica conectar con nuestro dolor, permitirnos sentirlo, transitarlo. Trata de adaptarnos a una nueva realidad, de despedir aquello que fue y lo que fue de mí con «eso». Despedirnos de lo que no podrá ser, darle un nuevo sitio, un espacio en el que hoy ocupe un lugar donde no haga daño, donde me permita continuar hacia delante y reconstruirme para hacerme más grande que ese dolor.
Desarrollo de la conciencia plena (mindfulness):
Las prácticas de atención plena (Mindfulness) y meditación son esenciales en la Terapia Transpersonal. Desde aquí cultivamos la presencia, la conexión con el cuerpo, la autoobservación, reducción del estrés, y como consecuencia, mejoramos el bienestar general mientras se promueve la conexión más profunda con el presente y el sí mismo a todo nivel. Vamos desarrollando nuestro «testigo interior o Conciencia Testigo»: La «Conciencia Testigo» implica ir desplegando la capacidad de percibir objetivamente los contenidos de la conciencia (todo movimiento interno de la mente: pensamientos, emociones, sensaciones…) El «Testigo interno» es un observador que se separa de la corriente de contenidos internos y puede observar sin rechazar, sin juzgar, sin apegarse. «Ser dueño de sí, ser el propio Amo».
Beneficios de la Terapia Transpersonal
Mayor Autoconocimiento y autogobierno:
Tras un proceso terapéutico desde el enfoque transpersonal te conoces mejor en todas tus dimensiones y contemplando cada una de las partes que te habitan, pudiendo así desarrollar una mayor comprensión de tu propósito y visión de vida.
Trascendencia de traumas (heridas) y adicciones:
Te proporciona herramientas para sanar experiencias pasadas no solo a nivel psicológico y emocional, sino también espiritual.
Las diferentes herramientas y prácticas de este enfoque permiten a los individuos acceder y procesar experiencias y emociones profundas relacionadas con traumas y adicciones, lo que puede facilitar la curación emocional y la liberación de patrones destructivos. Al integrar aspectos espirituales y transpersonales en el proceso de tratamiento, puede ayudar a los individuos a encontrar un sentido de propósito y significado en sus vidas, lo que puede ser esencial para la recuperación y la prevención de recaídas.
Reducción del estrés y la ansiedad:
La Terapia Transpersonal aborda el manejo del estrés y la ansiedad al promover prácticas de autoconocimiento y auto-regulación, como la meditación, breathwork, la escritura terapéutica o la atención plena (entre otras).
Estas prácticas ayudan a los individuos a cultivar la resiliencia emocional y a desarrollar habilidades para enfrentar el estrés y la ansiedad de manera más efectiva. Además, al abordar las dimensiones espirituales y transpersonales de la experiencia humana, la psicología transpersonal puede proporcionar a los individuos un sentido de propósito y significado más profundo, lo que puede contribuir a un mayor bienestar emocional y mental.
Conexión espiritual:
Te facilita el desarrollo de una conexión más profunda con lo trascendental, lo divino y tu propia forma de vivir la espiritualidad. La conexión espiritual es esencial para el bienestar físico, mental y emocional. A través de la meditación, el yoga, la respiración consciente y otras prácticas espirituales y contemplativas, podemos encontrar un sentido de paz y propósito en nuestras vidas. Es importante recordar que cada persona tiene su propio camino hacia la conexión espiritual, y lo que funciona para uno puede no funcionar para otro. Lo más importante es encontrar lo que resuena contigo y dedicar tiempo y energía a nutrir esa conexión. Al hacerlo, podemos experimentar una mayor alegría y significado en nuestras vidas.
Conexión con tu yo esencial:
El enfoque transpersonal comprende que los humanos somos capaces de trascender nuestras personalidades (persona=máscara), ir más allá de lo que somos en este momento y comunicarnos con nuestras almas. Estas experiencias trascendentes a menudo son inducidas y guiadas por el terapeuta utilizando cualquier técnica que sea parte de las creencias espirituales del consultante, como cantar, pintar, escribir, rezar o meditar. La técnica que más nos facilita el inducir estos estados es la Hipno-respiración conectiva (HRC).
A veces, los consultantes logran un estado trascendente por sí mismos. Por ejemplo, un consultante puede alcanzar un estado trascendente mientras pinta o escribe y conecta con recuerdos olvidados, surgen nuevas ideas maravillosas, o la sabiduría interna resuelve problemas de larga data. Esto sucede porque las prácticas meditativas y contemplativas sostenidas en el tiempo nos permiten acceder a capas más profundas de la psique y nos aportan una conexión con lo más profundo de nosotros mismos dando lugar a estos insights, aha moments y toma de conciencia. En ocasiones, esta caída de información puede suceder mientras tomas una ducha.
Más presencia y claridad. «Darte cuenta»:
El «darse cuenta» en la Terapia Transpersonal (y en la Gestalt) se refiere a la toma de conciencia de uno mismo en el momento presente. Es la capacidad de reconocer y aceptar lo que uno siente, piensa y experimenta sin juzgar ni interpretar. Este concepto promueve la autenticidad y la congruencia interna, facilitando un mayor entendimiento de las propias necesidades y deseos.
Autorrealización:
La Terapia Transpersonal considera la autorrealización como un proceso continuo. El reconocido investigador de la conciencia y psicólogo Abraham Maslow dijo, «lo que un hombre puede ser, debe ser… Es el deseo de volverse más de lo que uno es, convertirse en todo lo que uno es capaz de ser». La capacidad de cada persona es diferente.
Las dimensiones «cuerpo-mente-alma» contienen información contradictoria y creencias contraproducentes que deben ser identificadas y resueltas como parte de la terapia, esta es una parte integral del proceso de autorrealización.
Las personas autorrealizadas encuentran alegría en las experiencias más simples, ven el mundo con admiración y aprecio continuo, disfrutan de la gente, pero necesitan grandes cantidades de tiempo para sí mismos, para equilibrarse a sí mismos. Maslow también nos dice que estas personas, a menudo, experimentan momentos cumbre, encontrando una satisfacción intensa, alegría o paz que les da la fortaleza y la inspiración que necesitan para seguir creciendo
El crecimiento personal requiere ver lo que somos y también comprender lo que no somos (lo que creemos ser); al ver esto, el mundo deja de ser un obstáculo y se convierte en una oportunidad.
Desarrollo de la compasión y la empatía:
La Terapia Transpersonal enfatiza la importancia de cultivar la compasión (y autocompasión) y la empatía como aspectos esenciales del desarrollo personal y espiritual. Al promover prácticas como la meditación en la compasión y la atención plena, las personas pueden aprender a conectarse con los demás de manera más profunda y significativa, lo que puede conducir a una mayor satisfacción en las relaciones y un mayor sentido de pertenencia y conexión con los demás y el mundo en general.
Una nueva forma de vivir:
La terapia transpersonal no se limita únicamente a las sesiones terapéuticas, sino que ofrece una perspectiva y una forma de vida que se puede integrar en la vida cotidiana. Algunas personas pueden pensar que la terapia es algo que solo se hace una vez a la semana, pero en realidad es un proceso continuo que puede tener un impacto significativo en la vida diaria.
Una de las formas de integrar la terapia transpersonal en la vida cotidiana es a través de la práctica de la atención plena. La atención plena implica estar presente y consciente en cada momento, sin juzgar ni apegarse a los pensamientos, emociones o experiencias. Puede ser tan simple como prestar atención a la respiración mientras se camina, o tomar conciencia de las sensaciones del cuerpo durante una actividad cotidiana. La práctica regular de la atención plena puede ayudar a reducir el estrés, aumentar la claridad mental y promover una mayor conexión con el momento presente.
**Creé un workbook con plantillas de trabajo interior basadas en algunas de las prácticas y recursos que realizamos en las sesiones de terapia: «Reset: Guía para reiniciar tu vida». Un viaje de autoconocimiento, amor propio, gratitud, consciencia, presencia y bienestar. Un viaje a través de herramientas y recursos autoindagativos y creativos que te ayudarán a conectar con tu yo más genuino. Disponible en formato digital imprimible (PDF) para que puedas imprimirlo cuantas veces necesites. El cambio es una constante y puedes reiniciar cada vez que lo necesites.
Otra forma de integrar la terapia transpersonal en la vida cotidiana es a través de la exploración de la espiritualidad personal. Esto no implica necesariamente seguir una religión o creer en un sistema de creencias específico, sino más bien explorar y conectar con lo que es sagrado y significativo para cada individuo. Puede implicar realizar prácticas espirituales como la meditación, la oración, el ritual, o simplemente pasar tiempo en la naturaleza y reconectarse con el mundo natural.
Además, la terapia transpersonal puede inspirar una mayor apreciación y respeto por la vida en todas sus formas. Esto puede llevar a cambios en el estilo de vida, como adoptar una dieta más saludable, practicar ejercicio regularmente, cuidar mejor el medio ambiente y fomentar relaciones interpersonales más positivas y compasivas.
En conclusión, la terapia transpersonal no se limita a las sesiones terapéuticas, sino que ofrece una perspectiva y un enfoque de vida que se puede integrar en la vida cotidiana. La práctica de la atención plena, la exploración de la espiritualidad personal y el fomento de un estilo de vida saludable y en armonía con el entorno son algunas de las formas de llevar la terapia transpersonal más allá de las sesiones terapéuticas y convertirla en parte integral de la vida diaria.
Hipno – Respiración Conectiva (HRC)
En mis sesiones, trabajamos entre otras cosas, con ejercicios de Respiración Consciente Continua (RCC), sesiones de Hipno-Respiración Conectiva (HRC) y prácticas somáticas.
Entre los numerosos beneficios de estas prácticas se consigue: ampliar nuestra ventana de tolerancia ante eventos estresantes, más calma y seguridad para nuestro sistema nervioso, menos estrés, más paz mental, conexión con nuestro cuerpo y nuestra intuición, mayor autoconsciencia y claridad, autorregulación, elevar nuestros niveles de frecuencia, etc.
Necesitamos devolverle a nuestro sistema su capacidad de regulación y resiliencia para poder procesar y digerir de forma natural todo aquello que se quedó «indigesto» (trauma).
Un sistema nervioso regulado, funcional y resiliente tiene flexibilidad para cambiar y fluir en los diferentes estados/respuestas (lucha/huida, congelación, adulación/complacencia, seguridad/conexión). Cuando se queda demasiado tiempo en uno de estos estados, perdemos la capacidad de responder a la vida de forma funcional, efectiva y exitosa.
La HRC (Hipno-Respiración Conectiva) combina diferentes procesos de respiración que nos permite alcanzar un nivel elevado de conciencia y acceder a información almacenada en nuestra memoria celular.
La respiración va liberando y disolviendo antiguos registros del subconsciente a través de un proceso de integración, procesamiento, recolocación y sanación. Al respirar con esta técnica dejamos aflorar las vivencias pasadas reprimidas, topamos con las creencias negativas asociadas, emociones bloqueadas que, traídas a la conciencia, podemos trabajarlas y trascenderlas, rompiendo así con patrones repetitivos y autodestructivos en los que estás inmerso.
Cambiando el patrón/ritmo de respiración puedes modificar tu sistema nervioso autónomo y alterar la frecuencia de ondas cerebrales, tu sistema hormonal, la regulación de O2 y CO₂, aumentar tu energía, etc. La respiración arrítmica y agitada por la boca, activa nuestro sistema simpático encargado de las funciones de activación, estrés, lucha y huida. (Esto nos permite saltarnos las barreras de nuestro ego, de nuestras creencias, represiones o resistencias) Nuestro inconsciente «se abre» y nos trae aquello que precisamos.
Por otro lado, las respiraciones más lentas, profundas y realizadas por la nariz, activan nuestro sistema parasimpático, responsable de las funciones de regeneración, digestión, eliminación de desecho, descanso, etc. (integración, procesamiento, recolocación y sanación)
La música cuidadosamente seleccionada es extremadamente importante en las sesiones de HRC; tiene varias funciones: moviliza emociones con recuerdos reprimidos, las lleva a la superficie y facilita su expresión. Ayuda a abrir la puerta al inconsciente, intensifica y profundiza el proceso terapéutico, y proporciona un contexto significativo para la experiencia. El flujo continuo de la música crea una onda portadora que ayuda a los respiradores a moverse a través de experiencias difíciles e impasses, a superar los mecanismos de protección (ego), rendirse y soltarse.
Las sesiones de HRC correctamente integradas, dan como resultado una liberación emocional profunda, relajación física y una sensación de bienestar. Las sesiones de respiración en serie representan un método extremadamente potente y eficaz de reducción del estrés, ansiedad y pueden traer una curación emocional y psicosomática notable.
Es un proceso autónomo, es decir, tú haces «el trabajo», yo solo creo el espacio (música específica, guía), facilito y te acompaño en el proceso, es tu sanador interno (sabiduría interior) quién traerá lo que considere que necesitas trascender, liberar o sanar.
Lo potente de esta herramienta es que no es necesario narrar o describir tus bloqueos o conflictos, se trata de un proceso inconsciente. Esto nos permite saltarnos las barreras de nuestro ego, de nuestras creencias, represiones o resistencias (negación, disociación, falta de recuerdos, autoengaños, …) Es por esto que se dice que una sesión de respiración bien hecha, puede equivaler a 2 años de terapia.
Formas en las que yo trabajo con la HRC (Hipno – Respiración Conectiva):
–Mapa de la conciencia del Dr. David Hawkins (9 sesiones para dar el salto de la fuerza al poder)
–Sesiones sueltas de Respiración Consciente (HRC). Personalizadas al conflicto, malestar y circunstancias de cada persona.
–Como complemento al proceso de terapia/sanación (tanto con HRC cómo con técnicas de RCC para entrenar tolerancia al estrés, autorregulación emocional, hacer consciente lo inconsciente, …)
Es imprescindible aprender a gestionar nuestro mundo interno para poder gestionar nuestro mundo externo.
En resumen, la Terapia Transpersonal es una herramienta poderosa para quienes buscan no solo sanar problemas emocionales o psicológicos sino también para quienes desean explorar dimensiones más profundas de la existencia humana incluida la espirituales y trascendentales.
*Todos los procesos son personalizados y adaptados a la persona y sus circunstancias. (Nadie viene con manual de instrucciones)
¿Quieres que te acompañe en el proceso?
Te acompaño en tu proceso: Te acompaño en ese viaje hacia lo más profundo de ti, a ir soltando todo lo que no te pertenece, a ir poniendo luz a esas partes que tuviste que esconder, ir renunciando a la esclavitud de la aceptación de otros, volver a sentirte segura siendo tú. Sentirte adulta, aceptarte y poder darte la incondicionalidad legítima que un día quizás no recibiste y que aún hoy estás necesitando. Pregúntame sin compromiso.
De corazón espero, que todo lo que comparto, te ayude a iluminar allí donde más oscuro se ve.
Un abrazo lleno de luz y fuerza✨
Manual de autosanación: «HERIDA. Comprender y sanar a mi niña interior» Un viaje a tu interior que se compone de 30 capítulos y 13 anexos. 594 páginas que te ayudarán a identificar tus propias capas de dolor, de qué se compone cada una de ellas, que entiendas la función que cumplieron y de qué te intentaron e intentan proteger, qué las detona y cuál es su secuencia.
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