Cuando las emociones se vuelven demasiado intensas o difíciles de manejar, nuestro sistema nervioso puede optar por «apagar» esas sensaciones como una forma de sobrevivir. Esto es común en personas que han pasado por traumas, estrés crónico, o que crecieron en entornos donde no se les permitió expresar o procesar sus emociones.

 

Este entumecimiento puede manifestarse como una sensación de desconexión, tanto de uno mismo como de los demás. Las personas pueden sentirse vacías, apáticas, o incapaces de experimentar alegría o tristeza con la misma intensidad que antes.

El entumecimiento emocional es una respuesta de autoprotección que desarrollamos cuando hemos enfrentado situaciones abrumadoras o dolorosas, especialmente de manera constante o prolongada. Nos desconecta del dolor, pero también de la vida y de nosotros mismos.

Es un estado en el que toda experiencia nos parece irreal y uno mismo se percibe como apagado, desconectado del mundo exterior, pero en especial de las emociones. No es una sensación agradable, y si bien todos podemos haber experimentado esta realidad en algún momento puntual, no es bueno que este estado se vuelva una constante en nuestra vida.

Al igual que un médico puede adormecer un área para bloquear el dolor asociado con un procedimiento médico, el cerebro puede emplear el entumecimiento o adormecimiento como un método para afrontar experiencias traumáticas o emocionalmente dolorosas.

 

¿Cómo se siente el entumecimiento emocional?

 

A diferencia de la soledad, la ira o la tristeza, el entumecimiento emocional puede ser difícil de identificar. Puede ser incluso más difícil de describir, especialmente cuando no somos plenamente conscientes de que lo que estamos experimentando es una desconexión de nuestras emociones.

 

Algunas características que pueden estar indicando entumecimiento emocional:

  • Dificultad para conectar con las emociones
  • Indiferencia hacia las cosas o personas que antes le importaban
  • Baja energía y motivación persistentes
  • Falta de reacción o incapacidad de experimentar toda la gama de emociones
  • Negación de necesidades propias
  • Patrones de comportamiento automáticos
  • Dificultad para reconocer sus propias emociones o cómo le hacen sentir algunas cosas
  • Falta de expresiones faciales que reflejen cómo se siente
  • Sensación de desapego hacia sí mismo y hacia las cosas de su vida
  • No permitirse ser vulnerable
  • Uso excesivo de distracciones
  • Sentirse apagado. Falta de voluntad

 

Si bien este mecanismo puede protegernos en el corto plazo, a largo plazo puede impedirnos vivir plenamente y conectar de manera auténtica con nuestras emociones y experiencias. El entumecimiento emocional puede haberte mantenido a salvo hasta ahora, pero si ya no existe ese peligro, te está robando la capacidad de vivir una vida significativa.

Afortunadamente, hay formas de lidiar con el entumecimiento emocional que pueden desbloquear tus sentimientos nuevamente. Mereces vivir un vida plena, real y sentida.

Comenzar a sentir nuevamente implica re-conectar con nuestro cuerpo, permitirnos experimentar emociones y buscar espacios seguros para expresarlas. Salir del entumecimiento es un acto de valentía y un paso hacia una vida más plena.

 

Cómo superar el entumecimiento emocional

 

Una de las principales preocupaciones de quienes se sienten entumecidas emocionalmente es que sienten una falta de conexión con los demás. Los seres humanos somos criaturas sociales y es natural que anheles conexión y apoyo. Esta es la razón por la cual lo más sanador será comenzar un proceso de terapia. Tener una persona segura con la que hablar de algunos de los recuerdos y sentimientos más difíciles en un entorno seguro es un paso fundamental para empezar a sentir de nuevo la gama completa de emociones.

«Nos dañamos en los vínculos y nos sanamos en los vínculos (vínculos seguros)»

Ten en cuenta que cuando esas emociones comienzan a resurgir, puede sentirse abrumador porque además de las emociones que disfrutarás sentir, también habrá momentos en los que sentirás emociones incómodas. Lo bueno de poder sentir emociones es que serán una guía de lo que necesitas para vivir una vida más plena. Aprender a sentir emociones de nuevo puede ser un proceso difícil, lo más aconsejable y seguro será trabajar con un buen terapeuta que te acompañe en el proceso de aprender a lidiar con tus emociones y regularlas, así como procesar y digerir experiencias pasadas (heridas de infancia).

Para superar el entumecimiento emocional también será necesario realizar cambios en tu estilo de vida que requieren de tu voluntad, compromiso y constancia. 

A continuación, comparto contigo algunos consejos útiles para que puedas comenzar a re-conectar con tu vida, tus relaciones y contigo mismo:

 

1. Practica la conexión con tu cuerpo. Conectar con las emociones.

 

Adopta una postura cómoda. Cierra tus ojos. Respira durante tres minutos. Inhalando y exhalando por tu nariz.

*Si te sientes muy abrumado con tus ojos cerrados puedes comenzar con los ojos abiertos.

En el proceso, observa si estás evitando deliberadamente tus emociones para protegerte.

Escanea tu cuerpo: cómo lo sientes (frío, tenso, vacío, rígido, caliente, …), en qué parte de tu cuerpo lo sientes (hombros, pecho, espalda, …) , a qué se parece (tapón, piedra, nudo, mariposas, …)

Observa los cambios sutiles en tus pensamientos, postura y cómo pueden influir o condicionar la forma en que te sientes.

Si esto ya lo tienes dominado, el etiquetado emocional es el siguiente paso: ponle nombre (angustia, tristeza, enfado, asco, rechazo, rabia…)

Si esto que sientes pudiera hablar: ¿qué te diría?, ¿qué pediría?

*Recuerda que se trata de práctica, cuando sientas que tu mente te lleva a otras tareas vuelve al cuerpo con tu respiración observando como entra y sale el aire de tu cuerpo.

 

2. Mueve el cuerpo y descansa bien.

 

El ejercicio físico y una adecuada higiene del sueño pueden reducir el dolor y el estrés, e incluso aumentar la felicidad.

Si sientes un entumecimiento emocional o una falta general de sentimiento positivo, necesitas darle movimiento a tu cuerpo. No tiene por qué ser extremo ni esforzarte más de lo que tu cuerpo puede soportar. Puedes comenzar con incorporar rutinas de estiramientos en casa y pequeños paseos al aire libre.

Además, un horario de sueño regular y reparador puede ser de gran ayuda para controlar nuestro equilibrio emocional y bienestar. De manera que, crea una rutina estable en torno al sueño. Puedes programar alarmas en tu teléfono una hora antes de irte a la cama cada noche para ayudarte a crear la rutina. Durante esa hora, sigue una sencilla rutina que te permita relajarte y prepararte para ir a dormir. De esa forma podrás ir adaptándote a esta rutina y permitir que tu cuerpo y tu mente se adapten y preparen para descansar. Comienza bajando luces (evita la luz blanca), desconecta de las pantallas, prueba con velas aromáticas (lavanda, vainilla), toma una infusión caliente (melisa, tila, manzanilla).

Crea tu propio ritual.

 

3. Sé tu propio apoyo y apóyate en quienes te quieren.

 

Apoyarte a ti empieza por permitirte expresar tus propias emociones. ¿Por qué? Porque cuando no se expresan, se acumulan, abruman, causan fatiga y, finalmente, nuestro cerebro las «apaga». Por eso, en lugar de reprimir, guardar y acumular, es mejor expresar, soltar y dejar ir.

¿Cómo puedes comenzar? Escribir a mano es una de las herramientas más poderosas en nuestro proceso de sanación, tener que poner en palabras lo que se nos mueve dentro nos entrena en la autoindagación, en la reconexión y en la liberación emocional. Si escribir a mano se te resiste puedes crear una conversación de whatsapp contigo mismo y volcar ahí tus sentimientos y pensamientos.

 

*Para ayudarte, no solo a incorporar el hábito de la escritura terapéutica en tu día a día, sino guiarte en tu proceso de autodescubrimiento y sanación, con preguntas y reflexiones específicas y concretas, creé un journal de sanación: «365 días de regreso a mí. Un viaje de vuelta» (Disponible en Amazon) Una guía para que vayas encontrando, día a día, el camino por el que te perdiste a ti mismo, un mapa en el que marcar tu propia ruta de sanación. Un peregrinaje hacia tu interior.

 

Las actividades creativas como el pintar, dibujar, bailar …. también te ayudarán a conectar contigo y con tus emociones.

Apoyarte en los demás, también te ayudará a re-conectar y devolverle la seguridad a tu cuerpo. ¿Tienes identificada a tu red de apoyo? Si aún no tienes identificada tu red de apoyo haz una lista con esas personas que te han ofrecido apoyo en el pasado, contempla a esas personas con las que sientes que puedes ser tu misma y te sientes segura.

Permítete dejarte sostener y sentirte escuchada. No todo lo podemos solos y está bien. Llama a tu red de apoyo, sal con una amiga, escríbele a las personas que son seguras para ti. Los abrazos nos ayudan a regularnos.

 

¡Date la oportunidad de reconectar!

 

El entumecimiento emocional puede ser confuso y difícil de describir, pero no tiene que durar para siempre. Con pequeños pasos y mucha práctica, irás sintiendo que la niebla comienza a disiparse.

 

De corazón espero, que todo lo que comparto, te ayude a iluminar allí donde más oscuro se ve.

 

Un abrazo lleno de luz y fuerza✨

 

¿Quieres que te acompañe en el proceso?

 

Te acompaño en tu proceso: Te acompaño en ese viaje hacia lo más profundo de ti, a ir soltando todo lo que no te pertenece, a ir poniendo luz a esas partes que tuviste que esconder, ir renunciando a la esclavitud de la aceptación de otros, volver a sentirte segura siendo tú. Sentirte adulta, aceptarte y poder darte la incondicionalidad legítima que un día quizás no recibiste y que aún hoy estás necesitando. Pregúntame sin compromiso.

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