Vivimos en un mundo donde las elecciones diarias que hacemos, desde lo que comemos hasta cómo pensamos, tienen un impacto directo en nuestro cerebro y, por ende, en nuestra calidad de vida. Tu cuerpo y tu vida son un fiel reflejo de tus elecciones. Cuida aquello que eliges cada día, de ti depende quién puedes llegar a ser y todo lo que puedes conseguir.

 

El otro día compartí en Instagram un reel en el que te decía que ir a terapia no te va a servir de absolutamente nada si no estás dispuesta a ser parte activa en tu proceso.

Y esto, lejos de ser una «mala noticia» o algo desesperanzador, significa todo lo contrario. Significa que todas las respuestas están en ti, que todo empieza y termina contigo, que en ti existe una inteligencia autocurativa que puedes activar creando las condiciones necesarias.

La misma inteligencia que te hace respirar para no morir, la misma que activa todo lo necesario para cicatrizar un corte o soldar un hueso roto, la misma que te hace tener sueño para entrar en regeneración y reparación.

¡ESA MISMA!

No me mal interpretes, ir a terapia siempre será la mejor opción, de hecho, todo el mundo debería de ir a terapia (es la gimnasia del alma).

Pero ¿qué pasa si por las razones que sean me es imposible costear un proceso? Entonces, comienza con lo que tengas y desde donde estés.

 

La terapia no es gratis, pero muchos de los gestos y acciones más terapéuticas sí lo son.

 

Aquí te dejo un enlace a la publicación en la que te compartí algunos pequeños gestos que alivian, calman, reparan y sanan: https://www.instagram.com/reel/DE7zO-WoKsS/?utm_source=ig_web_copy_link&igsh=MzRlODBiNWFlZA==

 

En el artículo de hoy te comparto algunas herramientas que te recomiendo implementar en tu día a día. No son terapia, pero forman parte de una buena terapia.

 

HERRAMIENTAS TERAPÉUTICAS Y DE TRABAJO INTERIOR

 

1. Escritura terapéutica

 

– Diario personal: Llevar un diario en el que anotar cada día tus pensamientos, sentimientos y experiencias vividas te ayuda a procesar emociones, liberar la mente, ordenar ideas, ganar claridad para resolver conflictos y evitar preocupaciones.

*Tres preguntas poderosas: ¿Qué he hecho bien hoy?, ¿Qué he hecho «mal» hoy?, ¿Qué habría hecho diferente?

– Cartas no enviadas: Los actos simbólicos son sumamente poderosos, el símbolo es el idioma de nuestro inconsciente, y podemos aprovecharlo a nuestro favor. Escribir una carta a esa persona con la que sientes que necesitas hablar, resolver, solucionar, aclarar, … sin la intención de enviarla, te aporta alivio, orden, claridad y liberación. Es una forma efectiva de liberar emociones reprimidas, de no cargar resentimientos, de encontrar soluciones y resolver conflictos internos.

*Journalling: Cuando no procesamos nuestras emociones el cerebro entra en un estado de alerta constante, se activa la amígdala y entramos en este estado de huida o parálisis. Escribir sobre cómo te sientes hace que se active tu córtex prefrontal (la parte que ayuda a organizar y entender lo que estás viviendo). Volcar en papel toda esa información emocional que acumulamos en la mente en un intento de procesar, es como decirle a tu cerebro “tranquila, todo está bajo control”. Al llevarlo a papel liberas, ordenas y tomas perspectiva. Además se ha demostrado que escribir sobre lo que sentimos nos ayuda a reducir la activación de la ínsula que es la región que procesa el dolor emocional, de manera que, escribir nos ayuda a aliviar el dolor.

«365 días de regreso a mí. Un viaje de vuelta»

«Diario de gratitud. 6 meses de claridad»


2. Actividades creativas

 

– Manualidades y actividades artísticas: la pintura, el dibujo, la escultura, la costura o cualquier forma de expresión artística son terapéuticas. Nos ayudan a expresar emociones y sentimientos a los que en ocasiones no podemos poner nombre. Con las manos se cura el corazón. 

– Musicoterapia: escuchar, tocar o componer música es una forma poderosa de expresar y procesar emociones. Puedes crear una playlist con esa música que te recuerda a una buena época o que despierta esa parte de ti que hace tiempo no sale a la luz.

*A lo largo de los años, numerosos estudios han demostrado que la música clásica tiene un impacto positivo en nuestra salud mental, emocional y física. Se utiliza a menudo en entornos terapéuticos para ayudar a las personas a lidiar con una variedad de problemas de salud mental, emocional y física.

La musicoterapia es una práctica que utiliza la música para promover la curación y el bienestar. Los terapeutas utilizamos música clásica para ayudar a los consultantes a explorar sus emociones, mejorar sus habilidades de comunicación, reducir el estrés e incluso para aliviar el dolor. La música puede actuar como un puente para la conexión emocional, lo que permite a las personas expresar sentimientos que pueden ser difíciles de verbalizar. Se ha utilizado con éxito en el tratamiento de trastornos como la depresión y la ansiedad.

Los terapeutas a menudo creamos listas de reproducción personalizadas que se adaptan a las necesidades y preferencias de cada consultante.

*Uno de los aspectos más fascinantes de la música clásica es su capacidad para mejorar las funciones cognitivas. Diversas investigaciones encontraron que escuchar música clásica puede estimular áreas del cerebro relacionadas con el aprendizaje y la memoria. Este fenómeno se popularizó bajo el término «efecto Mozart», que sugiere que la música de este compositor puede aumentar temporalmente la capacidad de razonamiento espacial y la inteligencia.

 

3. Meditación y Mindfulness 

 

– Meditación: dedicar unos minutos al día a la meditación nos ayuda a calmar la mente, mejorar la concentración, reducir los niveles de estrés y ansiedad, y nos ayuda a estar conectados con nuestro cuerpo y nuestra intuición (sabiduría interior. El cuerpo sabe cosas).

*La meditación puede ser dinámica, no necesariamente sentada y en silencio.

– Mindfulness: practicar la atención plena nos ayuda a estar conectados al momento presente, nos rescata del pasado y del futuro, manteniéndonos en el aquí y el ahora. Nos ayuda a aumentar la autoconsciencia, reducir los niveles de estrés y ganar claridad.

 

4. Ejercicio físico y movilidad corporal.

 

– Ejercicios aeróbicos: Por ejemplo, correr, nadar, montar en bicicleta, … ayudan, entre otras muchas cosas, a liberar endorfinas, liberar energía enquistada del cuerpo, mejorar el estado de ánimo y reducir los niveles de estrés y ansiedad.

– Ejercicios de fuerza: El eje músculo-cerebro es fundamental, entre otras cosas, para una buena memoria y prevenir el Alzheimer, porque estimula y favorece la neurogénesis (la capacidad de tu cerebro para generar nuevas neuronas).

– Yoga: combinar el movimiento con la respiración consciente ayuda a aliviar el estrés y mejora el equilibrio emocional. El yoga es medicina para tu fascia.

– Bailar: Además de todo lo anterior, nos ayuda a conectar con la esencia de nuestra niña interior (aprender, fallar, volver a intentar, mover el cuerpo, jugar, …)

*El ejercicio regular mejora el flujo sanguíneo al cerebro, reduce la inflamación y estimula la liberación de la neurotrofina BDNF (Factor Neurotrófico Derivado del Cerebro) un factor que potencia la neurogénesis.

 

5. Respiración consciente (Breathwork)

 

– Respiración profunda: practicar técnicas de respiración profunda nos ayuda a reducir los niveles de estrés y ansiedad, a aumentar nuestra ventana de tolerancia, y por ende, nos previene de desbordarnos emocionalmente, explotar o reaccionar en automático.

Aquí te dejo el enlace a un artículo en el que te compartí cómo comenzar a practicar la respiración consciente y algunas técnicas que puedes comenzar a incorporar: https://lauraubeda.com/blog/como-comenzar-a-practicar-la-respiracion-consciente/

*Practicar la respiración consciente nos ayuda a devolverle a nuestro sistema nervioso su capacidad para procesar y digerir experiencias, así como su capacidad de resiliencia.

 

6. Técnicas de relajación

 

– Relajación muscular progresiva: involucra tensar y relajar diferentes grupos musculares para reducir la tensión física y emocional. Nos ayuda a liberar la fascia.

*La Relajación Progresiva de Jacobson es una de las más utilizadas. Consiste en aprender a tensar y relajar los diferentes grupos musculares del cuerpo: manos, antebrazos, bíceps, hombros, frente, ojos, mandíbula, garganta, labios, cuello, nuca, espalda, pecho, abdomen, piernas (muslos y pantorrillas).

– Visualización guiada: Las técnicas de visualización son técnicas de relajación que consisten en imaginar o evocar con la imaginación ilustraciones, acciones o actividades calmantes y positivas mientras se acompaña con respiración abdominal (aunque dependerá de la técnica). Nos aporta paz en cuerpo y mente. La visualización guiada utiliza la imaginación, pero también lo combina con el uso de los cinco sentidos (vista, tacto, olfato, gusto y audición) para lograr mayor efectividad.

La visualización guiada es una de las técnicas estrella a la hora de calmar el estrés y relajar nuestro cuerpo y mente al entrar en un estado de relajación profunda. Nos ayudan a asociar una serie de imágenes neutras a emociones positivas y sensaciones corporales placenteras consiguiendo un estado de mayor bienestar.

*La visualización es una herramienta muy potente para lograr, progresivamente, un mayor control de nuestra mente, nuestras emociones y de nuestro cuerpo. Sus usos son numerosos, puede utilizarse para liberar la tensión, aumentar nuestra capacidad de concentración, gestionar y aliviar el dolor, mejorar la memoria, desarrollar la autoconfianza y tener una actitud más relajada y positiva.

 

7. Desarrollo personal y crecimiento interior (autoayuda y autosanación)

 

– Lectura de libros de autoayuda y/o autosanación: Existen muchísimos libros que ofrecen estrategias, recursos, herramientas, prácticas y perspectivas útiles para el crecimiento interior, el desarrollo personal, la gestión emocional, la sanación, … Un libro no sustituye la terapia, pero no hay duda de que existen libros que alivian, calman y sanan.

*En mi web tienes recursos prácticos por temáticas (apego, heridas, dependencia emocional, límites, autoestima, inseguridad, equilibrio interior, …) estructurados y guiados paso a paso para acompañarte en el trabajo. En formato PDF listos para imprimir y comenzar: https://lauraubeda.com/recursos/

*Y como no, te recomiendo muchísimo mi manual de autosanación: «Herida. Comprender y sanar a mi niña interior» (Edición revisada, actualizada y ampliada)

– Cursos, talleres y espacios de crecimiento: participar en cursos o talleres sobre temas de desarrollo personal, habilidades de afrontamiento, temas importantes para la vida, círculos de mujeres, …

*Puedes unirte a mi canal de Telegram, un espacio en el que comparto herramientas y recursos para reflexionar, crecer y evolucionar juntas✨: https://t.me/tucambiocomienzaaqui

*Si estás atravesando un duelo por ruptura: https://lauraubeda.com/cursos/

 

8. Prácticas espirituales

 

– Oración o meditación espiritual: una práctica espiritual poderosa como la oración o la meditación espiritual nos ofrecen consuelo, refugio y esperanza. Nos aportan conexión con aquellas fuerzas que operan que son más grandes que nosotros. La sensación de «todo se está entretejiendo para mí mayor bien».

*Cultivar la fe: La confianza se basa en hechos, pero la fe es creer por que sí, es mera creencia. Cuando la vida nos golpea de tal manera que no hay hechos a los que poder aferrarnos para confiar, entonces nos queda la fe. Con la fe reconstruimos nuestra esperanza, la fe puede convertir un pozo profundo y oscuro en un túnel en el que al final, poder ver un poquito de luz. Es saberte sostenido por fuerzas que operan que son más fuertes que tú.

Según San Pablo, “la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”. En la primera frase, “certeza de lo que se espera”, la fe se basa en la esperanza; en la segunda frase, “la convicción de lo que no se ve” es un acto puro y simple de fe. La fe no busca certezas ni la verdad, la fe es la esperanza en la incertidumbre. En la confianza cabe la desconfianza, pero en la fe no se admite la duda. Cuando no podemos confiar, entonces, nos queda la fe.

Juan Pablo II decía: “la fe y la razón son como las dos alas con las cuales el espíritu humano se eleva hacia la contemplación de la verdad”.

 

– Lectura de textos espirituales: Libros inspiradores, con contenido profundo y espiritual nos aportan una perspectiva más amplia de esta existencia.

 

9. Terapia de la naturaleza

 

– Baños de bosque: pasar tiempo en la naturaleza caminando simplemente estando presente mejora significativamente el bienestar y a la vez creas una relación con la Gran Madre que nos sostiene

– Jardinería: cuidar plantas, un jardín, puede ser una actividad relajante y gratificante

 

Incluir estas herramientas en tu día a día te ayudara a conocerte, a reducir la respuesta al estrés, mejorar tu bienestar general y brindarte una mayor conexión con tu ser interior.

 

Pruébalas y encuentra aquellas que más resuenen contigo, se adapten a ti y a tus circunstancias porque lo más importante es la constancia y la flexibilidad, es decir, habrá etapas en las que quizás te encuentres más cómoda con unas que con otras. Escúchate y permítete hacer cambios.

 

De corazón espero, que todo lo que comparto, te ayude a iluminar allí donde más oscuro se ve.

 

Un abrazo lleno de luz y fuerza✨

 

Manual de autosanación: «HERIDA. Comprender y sanar a mi niña interior» Un viaje a tu interior que se compone de 30 capítulos y 13 anexos. 594 páginas que te ayudarán a identificar tus propias capas de dolor, de qué se compone cada una de ellas, que entiendas la función que cumplieron y de qué te intentaron e intentan proteger, qué las detona y cuál es su secuencia.

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Conoce todas las herramientas y recursos que he creado para ti. Comienza el camino del autoconocimiento, aprende a indagar en ti, a observarte, escucharte, atenderte… Comprende porqué ves el mundo como lo ves y todo lo que puedes hacer al respecto. Tienes todo en la pestaña «recursos».

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Puedes escucharme en «SOY HUMANA», el podcast de @tucambiocomienzaaqui en el que cada semana hablamos de todo aquello que nos preocupa a diario y que de alguna manera nos impide ver todo aquello que sí funciona, que sí va y que sí tenemos. En cada episodio hablamos de cómo lidiar con todo eso que, de alguna manera nos bloquea, nos limita y nos hace olvidar que somos humanos.

 

 

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