Hace un par de meses compartía en Instagram esta reflexión acerca de cómo buscamos ser felices constantemente, cómo lo “ansiamos” como meta final y cómo en ese intento nos arrebatamos “de cuajo» cualquier posibilidad de sentirla:
“Quienes viven obsesionados con el futuro y lo que trae consigo, están seguros de que en el mañana es donde estará el éxito y la felicidad, asumiendo que cada día que pasa es solo un avance para llegar a ese anhelado destino. ¿Y tu hoy?”
Pensar que encontrarás la felicidad mañana, cuando logres ese trabajo, cuando ganes más dinero, cuando tengas esa casa, cuando arregles tu salón…. Es vivir contando las horas para que el día termine, es perderte el camino, es quitarte tu derecho a ser feliz hoy, disfrutar de lo que sí tienes, de lo que sí está y de lo que sí ES AHORA. Es apostar (y perderte) todo lo que tienes hoy, y todas tus oportunidades presentes, a la espera de que esa expectativa de «DICHA futura» se vea cumplida y por fin estés completa y feliz. Esta adicción al futuro te mantiene suplicando que los días pasen rápidamente, sin permitirte disfrutar el hoy y evitando que encuentres la respuesta a cómo ser feliz.
Y déjame decirte que cuando finalmente llegas a ese “momento tan esperado”, probablemente, no lo disfrutarás porque el problema de ser adicto al mañana es que te acostumbras a esas circunstancias. Estar siempre esperando algo más para ser feliz se convierte en la norma, y pasas tus días pensando en cómo todo será mejor en el futuro:
•Y cuando tienes al fin esa casa… estarás mejor cuando la reformes a tu gusto.
•Cuando tengas esa coche nuevo… estarás mejor cuando pagues el seguro y puedas al fin irte de viaje con él.
•Cuando tienes ese nuevo trabajo… estarás mejor cuando no tengas que echar tantas horas para aprender tus nuevas responsabilidades y consigas integrarte con tus nuevos compañeros.
¡¡La espera puede ser eterna!!
¿Qué está haciendo que no quieras ser feliz hoy? (Quizás sea el concepto que tienes de la FELICIDAD).
¿Qué es para ti ser feliz?
¿Qué es para ti la felicidad?
La felicidad es una emoción que se vive en el PRESENTE, es una actitud que tomamos frente a la vida y frente a lo que ella nos trae. Proyectarla en el pasado o en el futuro significa “arrancarnos de raíz” la posibilidad de sentirla, de experimentarla. Vivir en el futuro nos genera ANSIEDAD, las expectativas que tenemos de lo que debería suceder nos generan FRUSTRACIÓN y nos mantiene en una eterna insatisfacción con la vida, vivir en el pasado, NOSTALGIA y DEPRESIÓN.
Quiero invitarte a conectar con tu YO cuando eras niña, con esa capacidad infinita de retornar una y otra vez a tu estado de FELICIDAD incondicional, a esa capacidad de recomponerte cuando te hacías o hacían daño, a ese inmenso amor que te permitía retomar una y otra vez la AMISTAD después de una discusión o incluso tras meses sin hablar (aquellos mejores amigos de verano)…
Los seres humanos somos FELICES por naturaleza, la cuestión a resolver es ¿en qué momento nos olvidamos de esto?, ¿en qué momento dejamos de ser FELICES POR DEFECTO?, ¿cuándo desaprendimos el recomponernos y volver a nuestro estado natural de felicidad? …
CÓMO COMENZAR A CONECTAR CON MI NATURALEZA FELIZ
La psicóloga Sonja Lyubomirsky, plantea en su libro La Ciencia de la Felicidad, que la GRATITUD y la felicidad tienen una relación proporcional directa, pues agradecer nos hace felices. Especifica además que existen al menos 8 motivos por los que ser agradecidos aumenta nuestro bienestar:
- Ayuda a saborear las experiencias positivas de la vida.
- Refuerza la autoestima y el valor propio al darte cuenta lo mucho que han hecho por ti.
- Permite interpretar las cosas desde otro punto de vista y, por ello, afrontar el estrés y el trauma.
- Estimula el comportamiento moral, es decir la amabilidad, la bondad y la colaboración.
- Fortalece las relaciones existentes y permite establecer vínculos nuevos.
- Neutraliza las emociones negativas, por lo que se reducen los sentimientos de rabia, amargura, codicia, avaricia y la preocupación.
- Inhibe las comparaciones envidiosas con los demás, pues te hace consciente de lo afortunado que eres.
- Evita la adaptación hedonista o dar por sentadas las cosas buenas de la vida.
¿CÓMO PRACTICAR LA GRATITUD?
Lyubomirsky propone un grupo de técnicas que pueden resultar útiles para cultivar la gratitud como hábito:
- Identifica un pensamiento desagradecido por día y reemplázalo por uno agradecido. Esto te ayudará a cambiar la perspectiva de una situación.
- Exprésale directamente tu gratitud a alguien, explicándole cómo te hace sentir y reconociendo su esfuerzo.
- Escríbele una carta a alguien de tu pasado al que agradeces o a algún desconocido, no importa que no la envíes o entregues.
- Lleva un diario de gratitud en el que puedas escribir todos los días, semanalmente o dos veces al mes, las cosas por las que estás agradecido.
- Contempla y describe en tu mente cada uno de los objetos de gratitud.
- Consigue un socio de gratitud con quien compartir tu lista de agradecimientos y que te estimule o te recuerde hacerla a diario.
- Déjate llevar por la espontaneidad. Simplemente agradece al otro cuando lo sientas, ya sea con una acción, un obsequio o un pensamiento positivo hacia esa persona.
- Presta más atención a tu entorno, hazte consciente y aprecia los detalles. No des nada por sentado. Te vendrán mil razones para agradecer desde la salida del sol, el paisaje que te rodea hasta el trabajo que tienes o el cariño de tu familia.
No pretendas comenzar por todo a la vez, comienza por aquel punto que consideres que te será más sencillo de incorporar a tu día a día. Tómate tu tiempo, prueba que te viene mejor y con qué te sientes más cómoda. Eso sí, sé constante 🙂
En definitiva, deja de buscar la felicidad y comienza a vivirla, no te pierdas la vida esperando el mañana. RETORNA A TU NATURALEZA.
Suelta las expectativas y agradece cada día al menos 5 cosas por las que te sientes agradecida, trabaja en tu AUTOCONOCIMIENTO y cultiva tu AUTOESTIMA. DECIDE SER FELIZ.
De corazón espero, que todo lo que comparto, te ayude a iluminar allí donde más oscuro se ve.
Un abrazo.
Manual de autosanación: «HERIDA. Comprender y sanar a mi niña interior» Un viaje a tu interior que se compone de 30 capítulos y 13 anexos. 594 páginas que te ayudarán a identificar tus propias capas de dolor, de qué se compone cada una de ellas, que entiendas la función que cumplieron y de qué te intentaron e intentan proteger, qué las detona y cuál es su secuencia.
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Te acompaño en tu proceso: Te acompaño en ese viaje hacia lo más profundo de ti, a ir soltando todo lo que no te pertenece, a ir poniendo luz a esas partes que tuviste que esconder, ir renunciando a la esclavitud de la aceptación de otros, volver a sentirte segura siendo tú. Sentirte adulta, aceptarte y poder darte la incondicionalidad legítima que un día quizás no recibiste y que aún hoy estás necesitando. Pregúntame sin compromiso.
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